El trofeo Joan Gamper no fue un torneo veraniego cualquiera. El choque entre el Barcelona y el Milan sirvió para celebrar algunas cosas que estaban en el guión y para otras que se salieron de lo pactado. Dentro de lo esperado estuvo el homenaje del conjunto culé a Ronaldinho, fuera de lo organizado estaba la posible última oportunidad de Guardiola a Ibrahimovic y entre una de las posibilidades, estaba el primer tanto de Villa como jugador azulgrana.
En el retorno del jugador que cambió la historia reciente del actual campeón de Liga, los aficionados del Barcelona se rindieron ante uno de los mejores futbolistas que ha pisado nunca el Camp Nou. Los socios olvidaron las dos últimas temporadas del brasileño con el '10' azulgrana y se centraron en todos los momentos de felicidad que dio con sus goles imposibles, sus impresionantes regates y sus imparables arrancadas con el balón.
Una vuelta de honor al césped durante el calentamiento y un vídeo con las mejores imágenes de 'Ronnie' como culé pusieron la piel de gallina a todos los presentes. Las sensaciones de todos esos éxitos se mezclaron con la pena que da el actual estado del ahora milanista. Éste sólo fue protagonista en el previo al choque, ya que después apenas pudo entrar en juego.
Respecto a la oportunidad de Guardiola a Ibrahimovic. El de Santpedor volvió a sorprender a todos. Tras un día de negociaciones, cientos de rumores sobre la salida del sueco, numerosa palabrería del agente del jugador y diferentes pancartas de apoyo de la afición, el delantero fue titular. No se sabe si era para despedirse del Camp Nou, por lo menos por una temporada, o por contar con una nueva oportunidad para demostrar su calidad, que la tiene.
De esta forma, el gran fichaje de la pasada temporada formó línea de ataque con Villa, pero poco brilló. El ex del Inter de Milán lo intentó, buscó asistencias a su nuevo compañero y hasta le anularon un gol que, de ser legal, habría sido una auténtica obra de arte. De ninguna de las maneras pudo sacar una ovación un jugador que no regresó al césped tras la reanudación y que quizá, le iría bien un cambio de aires para regresar a Barcelona con menos presión de la que tiene ahora mismo.
Si la gran incorporación del anterior verano no consiguió marcar una vez más, el que sí lo hizo fue la estrella de este verano. Villa, cuando ya no tuvo a Ibrahimovic como pareja de ataque, se colocó en el centro, como referencia, y tras un perfecto pase de Adriano mandó al fondo de la red el esférico ante la salida de Amelia. De esta forma 'El Guaje' se estrenó como goleador culé y formó una perfecta sociedad con Adriano. Parece que este año, los fichajes culés no tienen dudas a la hora de ver portería.
Por otro lado, el choque no tuvo demasiada historia. Los veteranos se mezclaron con los canteranos durante todo el partido y el Barcelona no pudo desplegar un fútbol tan brillatne como en otras ocasiones. El dominio del balón era de los locales, pero unas veces la zaga milanista y otras Amelia primero y Roma después evitaron que los culés se impusieran en los noventa minutos.
Mientras Ronaldinho apenas demostró su calidad sobre el tapete barcelonista, Seedorf e Inzaghi demostraron que los viejos rockeros nunca mueren. Ambos saltaron tras el descanso y pusieron el sello del empate milanista. El holandés realizó un gran cambio de juego y el italiano se sacó una volea con la izquierda desde la frontal del área para colar el balón en la escuadra izquierda de la meta defendida por Pinto, que poco pudo hacer en esta ocasión.
Finalmente, Guardiola puso a gran parte de su artillería en el campo. Messi, Pedro, Busquets, Keita y Piqué lo intentaron hasta el final pero, una vez más Roma, sacó un perfecto balón a 'La Pulga' en el último minuto tras botar éste una falta desde la frontal.
En los penaltis, Pirlo fue el centro de las mofas del Camp Nou al tratar de disparar un penalti a lo 'Panenka' y ver como Pinto ni se movía para atajarlo. El meta andaluz fue el protagonista al dejar en uno el casillero milanista y dar el trofeo Joan Gamper al Barcelona.
Fuente: Marca.com
