José Mourinho quiere sentarse cerca del banquillo del Bernabeú. Así las cosas, y salvo que el técnico cambie de opinión a última hora, el club le buscará acomodo de nuevo en el asiento que ocupó durante la segunda parte del choque copero frente al Real Murcia.
Mou, sancionado con dos partidos tras ser expulsado por insultar a Paradas Romero, cumplió ya su primer encuentro de suspensión en El Molinón. El luso ya quiso sentarse al lado del banquillo en aquel encuentro, pero tanto el Sporting como el Real Madrid se lo desaconsejaron ya que el ambiente, tras el incidente con Preciado, no era el más adecuado para sentarse en la grada.
Pero Mou estará esta vez en casa, con su afición, que ya ha dado muestras de su apoyo hacia el portugués, y éste se sentará de nuevo a la izquierda del banquillo para poder así dar las órdenes pertinentes a sus jugadores y estar en permanente contacto con el banquillo, sus ayudantes y demás jugadores.
El hecho de que Mou se tuviera que sentar entre la gente parecía el gran obstáculo para repetir con el sitio del Bernabéu, pero la actitud de los aficionados el día de su expulsión fue excelente. Uno de ellos, incluso, le cedió su asiento, por lo que se está pensando en repetir la experiencia.
En el Madrid, además, se encargarían de que al técnico no le molesten durante el partido y van a sugerir a los aficionados que estén cerca que no se aproximen al entrenador hasta que no termine el partido frente al Athletic.
Mou no quiere estar lejos de su sitio natural, el que le ha dado todo en su carrera. De hecho, no lo pasó nada bien en El Molinón, al margen de los insultos, sobre todo por el hecho de no poder ayudar a los suyos y estar con sus jugadores. Tuvo que aceptar el palco en la zona más alta del estadio porque casi no le quedó otro remedio, pero la idea no le agradó en absoluto.
La otra posibilidad que baraja el club si al final no quieren que Mou se siente en la grada es buscarle una ubicación en el palco y seguir con el sistema de El Molinón, es decir, transmitir por móvil o por walki las órdenes al banquillo blanco.
Por su parte, Aitor Karanka nunca imaginó cuando fichó como segundo entrenador del Real Madrid esta pretemporada que dirigiría al primer equipo en el Bernabéu pocos meses después. Y mucho menos que se estrenaría como técnico ante su ex equipo, el Athletic.
Pero el destino, o más bien Mourinho, lo ha querido así. El entrenador ya estuvo al frente del banquillo en Gijón, donde recibía las consignas de Mou a través de Rui Faria, uno de los ayudantes del técnico.
Karanka ya ha dejado claro que para él es un honor estar en el puesto de Mou. "No es un marrón, en absoluto, es un orgullo dirigir al Madrid y hacerlo en el puesto del entrenador", señaló en la rueda de prensa de El Molinón.
